lunes, 11 de junio de 2012

Comienza el camino


El baile de la Chayota como que no pegó, o por lo menos no vi a nadie bailando los pasitos del video de mis tormentos en las casi tres horas que vi pasar ríos de gente en la Avenida Libertador frente al Centro Comercial Los Cedros. La intención de nuestra familia era acompañar al candidato Henrique Capriles Radonski a inscribir su candidatura en el Consejo Nacional Electoral, pero dejamos estacionado el carro en la calle y no estamos como para que nos lo estén robando en estos momentos en los que casi todos los artefactos eléctricos de la casa están dañados por los bajones de luz que no hay regulador de voltaje que aguante.
Así que ahí nos quedamos mi esposo, mis dos hijas y yo, a un lado de la avenida Libertador que por esta mañana de domingo nos prestaron los trans, quienes seguro también estaban acompañando al Flaco a llegar a la Plaza Caracas a inscribir su candidatura porque allí había de todo: hombres, mujeres, niños, perros, urbanización, barrio, ciudad, interior, verdes, blancos, anaranjados, azules, vinotinto, hasta rojos había con el logo "Hay un Camino", en un intento de recuperar el color de las garras del oficialismo.
Ayer el principal mensaje de Henrique Capriles Radonski fue que al ser Presidente lo primero que acabará es el partir al país en dos: quienes están con el Gobierno y quienes se le oponen, catalogados por los oficialistas como "enemigos del Pueblo". Capriles promete gobernar para los venezolanos, punto. Vamos a ver cuántos insultos recibimos hoy del Comandante quienes nos atrevemos a dudar de más de trece años de su obra de Gobierno, siendo la más notable, la omnipresente propaganda oficial alabando su gesta revolucionaria.
Por eso me gusta que ayer al candidato se le llamara con cariño: "El Flaco", cientos de franelas que decían: "El Flaco Presidente", recordando a la señora que le dijo: "Flaquito tú tienes cara de presidente", que viene siendo la contrapartida promocional del "Primero Dios y después mi Comandante", publicidad institucional que antes de que comience oficialmente la campaña electoral obligan a transmitir en los medios de comunicación.
Estos son los dos proyectos de país que están en juego: uno autoritario, militarista, en eterno conflicto, demagogo, narcisista, cínico, todo poderoso, en el que vivimos desde hace trece años; y el otro civil, joven, por hacerse pero que ya tiene demostrado un camino con la obra del Gobierno del Estado Miranda, que se ha destacado de especial manera en las conquistas educativas.
Que no haya calado el flash-mob con el que algunos soñaron se presentara la candidatura de Henrique Capriles Radonski como próximo presidente de Venezuela, no quiere decir que la gente no lo acompañara contenta, que no llegara bailando, pero cada quien a su propio ritmo, cada quien con su tumbao, con un así deberá ser Venezuela, la que soñamos para nuestros hijos. La que merecemos.

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